En pleno apogeo de la era de la información, son muchos los avances que puede evidenciar la humanidad en diversos campos y aspectos que vinculan el desarrollo social, económico y científico de un país.
Tenemos ejemplos muy positivos, mientras que otros dejan mucho que desear, toda vez que responden a una realidad muy distante de lo que debería mostrar. Tomando en cuenta la naturaleza de la misma.
En República Dominicana tenemos el ejemplo triste y poco edificante de un liderazgo gremial que como el de WALDO ARIEL SUERO durante décadas se recicla en la dirección del hoy llamado Colegio Médico Dominico y antes Asociación Médica Dominicana.
Una institución como el CMD con tantos profesionales probos y capaces en sus filas. Una institución llamada a estar a la vanguardia de los avances científicos de la salud en nuestro país. Lamentablemente secuestrada por un liderazgo rancio, trasnochado, por demás irrespetuoso de las instituciones y que se cree con el derecho de privar de la salud a un pueblo cuyo gran pecado ha sido permitirle que durante años se aproveche de su condición de “faraón” para ufanarse de ser un gran líder. Una sociedad víctima de la manipulación artera y perversa de un “liderazgo” que tiene en el chantaje y la extorsión sindical el arma principal para seguir reciclandose cada dos años al frente de una institución que no puede presentar un solo avance científico y administrativo que no sea el reparto antojadizo de aquellos que cada 2 años le hacen el coro a sus “heróicas” genialidades.
Lamentablemente los gobiernos han preferido ignorar y dejar que el ejemplo negativo que una entidad de profesionales y en cuyas acciones gremiales hay de todo menos profesión. Permitiendo que el salvajismo de concho primo limite a los medicos de tener una dirección coherente con los tiempos y que dignifique la condición de miembro de un colegio de galenos
Los medicos deben evaluar si le representa el ejemplo penoso de su líder siempre que se acercan elecciones del CMD para imponer al muchacho de mandado que sirva para prepararle el colchón que le devuelva el CMD en los siguientes dos años.
En esencia el CMD atrapado en la cruel realidad de que prefieren negociar un “aumento” cada vez que Waldo está en campaña sea para él o uno de sus acólitos. Deben los medicos evaluar si la vergüenza a la que someten cada cierto tiempo, es equiparable con los “beneficios” logrados por el teatro titiritero de quién solo busca manejar el presupuesto multimillonario de un CMD que a nadie riende cuentas (ni siquiera a los medicos) de que se hace con el dinero y los recursos que dispone la institución.
Vale la pena el escarnio, solo por satisfacer el ego ensoberbecido de un Faraón que representa la negación.