Por Enmanuel Peralta martes 23 de junio, 2020
Los romanenses se han levantado a decidir el destino de su pueblo, después de tantas humillaciones que han sufrido de parte de tantos canallas, y políticos que se han olvidado de sus pobladores.
Este fin de semana estuvimos presenciando la fuerza y la voluntad de un pueblo despierto y dispuesto a tomar las riendas de su destino con un representante digno de la confianza popular.
Este cinco de julio el pueblo dará el toque final. Tuve la oportunidad de conocer al doctor Silva desde mi infancia, cuyo don de gente jamás lo olvidaré, cuando aún yo era apenas un infante, su carisma se derramaba por los pueblos más pobres de la provincia buscándoles soluciones a los problemas más inmediatos.
Iván Silva no es solo él candidato de La Romana, es su propia persona, el alma que representa todas las almas solidarias de La Romana.
La Romana buscaba un cambio y ahora con Luis Abinader e Iván Silva como senador mantienen un proyecto político bellísimo en cierne y que ve, por primera vez, la luz; miles de rostros que habían sido oprimidos por la infamia de una representación corrupta y avasallante, este cinco de julio no están dispuesto a permanecer arrinconados como si sus voluntades y sus voces no existiesen.
La pereza mental y presuntuosidad de un partido que pretende seguir endeudando el país, olvidándose de las capacidades productivas de una de las provincias más ricas del país en toda clase de bienes.
El proyecto de Iván es una representación que abarca desde el sistema de servicios públicos, en especial los servicios del sistema de Salud de la provincia, hasta un plan de desarrollo turístico sostenible que eleve la calidad de vida que se merecen los romanenses.
La Romana con Iván Silva volverá a ser la flor del Este, con la gloria que siempre le perteneció, y que no será robada, ni aplastada ni marchitada.
Este cinco de Julio la esperanza será el halo que coronará de fuego áurea que se enarbolará en cada una de las cabezas de los hombres, mujeres y niños que habitan La Romana.