Con el pasar del tiempo y en la medida en que las batallas políticas electorales bajan su alto nivel de confrontación podemos evaluar con más tranquilidad, el desarrollo de algunas figuras que por la naturaleza y el contexto en el que logran trascender, demuestran su talento y capacidad de articular, más allá de lo cotidiano.
La provincia de La Romana ha sido testigo de un fenómeno político local, qué, indudablemente lleva con inusitada atención a valorar el impacto de un proyecto que dejó perplejo a los guruses de la estrategia política local.
Dueño de una personalidad sobria, con una visible humildad, que bordea los más elementales rigores de la sencillez. Un profesional joven y capaz, de origen pueblerino, dedicado y persistente. Un novato de la política, subestimado por sus más ferreos competidores.
Ingresó a la carrera política en la contienda del año 2016, donde aspiró a senador por un partido minoritario, dejando marcado en sus inicios el indudable gesto de un político que prometía ser un eventual competidor en batallas más trascendentes.
Se acerca al Partido Revolucionario Moderno de la mano del ex presidente Hipólito Mejía, donde aspira como Vice presidente del municipio cabecera y sale airoso de esa contienda. Luego decide aspirar a representar la boleta senatorial del PRM en la provincia. A pesar de rebasar diversos obstáculos, algunos de ellos, que procuraban una “alianza” que al final se demostró no ser necesaria y que además perjudicaría el desarrollo de un liderazgo local perremeista.
Con el Dr. Iván Silva, recién electo senador, se derrumban algunos mitos provincianos y de paso, se desmitifica el relato de algunas figuras que se consideraban invencibles.
La experiencia local del día 5 de julio es para el PRM en La Romana un gran estímulo para una nueva generación que se siente castrada por un liderazgo, desfasado y que no representa los reales anhelos de una sociedad que evoluciona a un paso agigantado.
El nuevo senador romanense, pudo vencer contra todos los pronósticos fatalistas de quienes nunca confiaron por diversas razones en la viabilidad de un proyecto novedoso, liderado por un hijo de don Otto Silva, de las calles polvorientas de La Romana de aquellos años que han quedado solo para el recuerdo.
Iván Silva se sobrepuso a todo tipo de adversidad. Inclusive, tramas y manipulaciones de quienes, preferían en vecino, para no ver avanzar el de su casa.
El pueblo romanense demostró estar por encima de la mediocridad, la inquina, planes perversos de quienes se dejan corroer por la envidia y ha dado cátedras de una actitud democrática, más allá de la mezquindad, propia de quienes, cuya poca visión les nubla el sentido de lo prudente y de paso, se dejó sentir un grito de cambio que ha dado un nuevo liderazgo que promete mucho para la Flor Del Este.