La democracia es el método más idóneo empleado por los pueblos, para encausar el desarrollo fundamentado en la política. Pues, muchos son los líderes que han intentado por otros medios lograr armonizar la política y el desarrollo y los resultados son conocidos por la humanidad.
En República Dominicana desde hace décadas, a la caída del régimen del tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina, La democracia es la vida que nos ha permitido trascender en vía de conquistar nuestro desarrollo.
Cada 4 años en elecciones democráticas, aunque, en ocasiones con algunos trastornos, pero, se ha convertido en una norma la transición de mando con resultados aceptables.
El último referente lo demuestra en mayo 19 donde la población acudió de forma pacifica, libre y ordenada, en una jornada cívica donde la sociedad seleccionó al presidente Luís Abinader para seguir al frente del ejecutivo y de paso le premió con la inmensa mayoría de los legisladores electos en la coalición oficialista.
En democracia habla el voto y con ello se empodera las autoridades para que ejecuten el plan de gobierno que conciben los que ganan. En el pasado proceso el país demostró su confianza en el presidente y sus legisladores para que asuman el gobierno y ejecuten aquello que nos permita seguir el cambio prometido por el ganador de las elecciones.
Insistir en lo contrario, es una torpeza, propia de aquellos que solo buscan el poder para manipular y retorcer todo cuanto acostumbran, a fin de impedir el desarrollo de las mayorías en beneficio de intereses anti democráticos que mucho daño han hecho a nuestra sociedad.
Presidente Luís Abinader el pueblo habló y le respaldó. Haga su gestión apegada a la ética, la transparencia y honestidad que le han dado la popularidad y respaldo coherente con la obra de gobierno de un gran estadista.