En el afán propio de las tareas cotidianas, son muchas las personas que marcan con su accionar un capítulo importante en función de asumir su rol, cuando la realidad le convoca.
La semana segunda de abril 2025, nos ha dejado una secuela de luto y lamentos, cómo resultado de un evento como está tragedia de un centro de diversión icónico en nuestro país, que nos ha de marcar la historia de forma muy negativa.
Hemos perdido muchas vidas, dominicanos de los diferentes estratos sociales y de diversas profesiones y oficios. Este evento del martes 8 de abril quedará impregnado en nosotros como un verdadero martes negro.
Pudimos ver en este proceso doloroso, cómo voluntarios admirables y junto autoridades oficiales, asumieron un papel coherente con el momento que vivimos con la tragedia del Jet Set.
Justo es reconocer como el director del COE general Juan Manuel Mendez, quien ya nos tiene acostumbrado a ese despliegue de patriotismo junto su gran equipo de rescatistas, hizo todo cuánto fue posible para preservar vidas y rescatar cuerpos de personas fallecidas en tan trágico suceso.
Igual debemos reconocer al Dr. Victor Atallah ministro de Salud Pública quien desde el primer momento, asumió su responsabilidad institucional y se mantuvo en sesión permanente desde el lugar de los acontecimientos. El funcionario de la salud lideró la respuesta estatal junto al COE y pudimos ver en cada paso del proceso un Dominicano comprometido con su papel y dispuesto para todo cuanto fue necesario.
Para todos quienes conocen al Dr Víctor Atallah no es una sorpresa, dada su vocación altruista y de sensibilidad ante la necesidad de quienes le rodean. Ahora solo fue una oportunidad del destino de mostrar desde otro escenario las condiciones humanas de un profesional de la salud, cuya personalidad trasciende la cotidianidad y lo eleva entre aquellos que se despojan de títulos y fanfarrias para ser únicamente Dominicano.
