Los procesos electorales de las últimas décadas, han dejado una serie de enseñanzas para todo el colectivo político en nuestra República Dominicana. Muchas son las expectativas creadas por un número importante de aspirantes que luego se convierten en ganadores y a su paso, tienen la oportunidad de satisfacer o no, las mismas.
Podemos establecer que la sociedad cambia y muestra signos de mejoría, en materias de gestión, a pesar de algunos ejemplos, poco satisfactorios. Tomando en cuenta las grandes limitaciones socio económicas, en las que asumen los incumbentes.
A juzgar por los hechos debemos aseverar que la muestra incontrovertible de capacidad gerencia, firmeza y dedicación a la responsabilidad puesta en sus manos, Carolina Mejía alcaldesa del DN. Ha pasado con notas sobresalientes. La tarea de administrar la ciudad más importante del país y una de las más importantes del nuevo mundo. Saneando con gran presteza las finanzas de la alcaldía, mostrando una revolución en la recuperación de espacios públicos, integrando con habilidad el sector privado en el apoyo a estas iniciativas de una administración que ha ganado la confianza de sus municipes.
Ahora el reto que presenta la coyuntura, en la persona de esta mujer de condiciones más que demostradas, es la disyuntiva de su decisión manifiesta de no re postularse a esa posición o la necesidad de su partido y el calor de una ciudad que pide 4 años más de Carolina Mejía al frente de la alcaldía de la primada de américa.
Carolina Mejía la también secretaria general del PRM, de linaje presidencial, de personalidad cercana y que se identifica con el dolor de los demás. Está ante el la realidad de seguir sus deseos de no continuar o de SACRIFICARSE, 4 años más por su partido, por la gente y por su ciudad.
Carolina Mejía con su liderazgo afable, pero, firme, su don de gente y vocación de servicio, creemos que hará lo que la presente coyuntura le pide, seguir dirigiendo la Capital por buen camino y consolidando junto al PRM y Luis Abinader la época dorada de El Cambio prometido para toda la gente que merece de sus mejores hombres y mujeres.
El futuro es promisorio y ya veremos un ejemplo más de una mujer dispuesta a decir presente como hasta ahora, cuando la patria, su partido y el país le requiere.