En el transcurrir de una época de grandes desafíos, muchos son los actores que trascienden en diferentes areas del comercio, el deportes la cultura, la ciencia, la política y otros.
Avanzar no es tarea sencilla para ningún ser humano, cuya conducta ética y moral se circunscribe en actuar bajo preceptos amparados en la rectitud y la prudencia.
El caso de un joven visionario dominicano, cuyas raíces han sido más más que un obstáculo, un estímulo viviente para impulsarlo a marcar la diferencia en el ambiente socio cultural y económico que le cobija.
Gilbert Arturo Sosa Mejía (Arturito), es un ejemplo de superación y motivo de admiración de muchos que logran ver en este hombre de la radio y la cultura latina, que rompe paradigmas para situarse más allá de las expectativas.
Su trabajo tesorero le hace merecedor del reconocimiento a su trayectoria, logrando premios diversos, que además le proyectan cómo un icono de la comunicación moderna.
Sus dotes de hombre humilde y trabajador, han sido más que suficientes para que “Arturito” demuestre la capacidad de un dominicano con corazón de León y alma noble, dispuesto a servir en causas sociales, más allá del bulto y la demagogia de la farándula.