Acompáñame a Crecer

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Doctora Mery Hernández.

La niñez es la etapa desde la gestación hasta la adolescencia, la fase de la vida en la que se forma la mayor parte de  conexiones neuronales. El organismo del niño va en proceso de crecimiento y desarrollo, Progresando sus habilidades de autonomía, autorregulación y autoestima.

Todo el ser humano tiene la capacidad para reconocer lo que siente y necesita, cuando y como actuar. Esta capacidad la vamos desarrollando conforme vamos creciendo. Los adultos debemos darles la oportunidad, el tiempo y el espacio para que puedan hacerlo, sin adelantarnos, Debemos estar en alerta cuando nuestros niños nos necesiten. Permitamos que el niño se sienta más autónomo, confié en sí mismo, se sientan más seguro e importante, reconozcan sus logros como propios y por lo tanto crezcan con una buena autoestima.

Ajustar al niño a programa trazado por las personas  adultas que pasa por el camino de la obediencia y aprende aceptar esa realidad, no le resulta factible para llevar a la práctica sus “fantasías optativas” y aunque trabaja con vista a alcanzar algo de independencia, Se conforma siempre con dejar que los otros piensen por él y le dirijan la vida. De adulto es posible que conserven aún alguna de esas costumbres, residuo de la infancia, le convierte en víctima.

Los niños se han visto como adultos en miniaturas y sujetos moldeables, Esta concepción basada en los intereses del adulto (Adulto Céntrico) ha tenido como base el desordenamiento de las características de crecimiento y desarrollo del niño, por lo que son relegados a un segundo plano, llegando con desventaja a una sociedad donde los adultos están en un alto grado de postración social.

En el enfoque de puericultura plantea sus metas para el desarrollo integral y diversos de los niños y adolescentes, autoestima, autonomía, creatividad, felicidad, solidaridad y salud. Se deriva un nuevo modelo de evaluación y el desarrollo en la niñez y su adolescencia.

Los adultos de la época actual tienen grandes retos en relación con el acompañamiento en la crianza. Hay retos como la superación del adulto céntrico, la era digital, las crisis del adulto, la sociedad de hijos huérfanos, maltrato y su tolerancia.

La niñez es la etapa de los aprendizajes principales de la vida por lo que debemos acompañar afectiva y efectivamente para que sean un ser único e irrepetible, gestor de su propio desarrollo, con derechos y responsabilidades.