A tan solo días del anuncio de la presidencia de la República en torno a la designación de un muevo ministro de salud pública y asistencia social. Muchas son las expectativas de una sociedad que percibe ante la nueva designación en salud. Una oportunidad real de comenzar a sentar las bases del desarrollo sostenible en materia de salud.
A juzgar por los comentarios que abundan en los medios de comunicación tradicionales y digitales, el presidente no pudo haber tomado mejor decisión luego de la salida del ex ministro Daniel Rivera quien se dedicará a su campaña como senador.
El Dr Víctor Atallah es un especialista cardiologo muy connotado en todo lo relacionado al corazón y sus vinculantes. Un hombre afable, humilde y exageradamente servicial, cuyas obras sociales mantiene en el anonimato, dado su vocación altruista. Quien ha puesto el nombre de este pueblo y su familia en alto a través de su carrera.
Ahora toca la tarea puntual de tomar la presión al sistema de salud, hacerle su ecocardiograma, su respectiva prueba de esfuerzo y estar listo para realizar el cateterismo necesario para que nuestro sistema sanitario pueda enrrumbarse se forma sostenible a una nueva era en todo lo relativo a la salud.
Sabemos los que le conocemos, de su firmeza de convicciones y la determinación qué junto a su capacidad de armonizar intereses le permitirá sentarse oportunamente con los actores del sistema para dar a este pueblo el tan anhelado resultado de una salud en buen estado para servir a los más necesitados y dar respuestas contundentes a las necesidades propias de esta importante área de una sociedad.
En el Dr. Atallah se conjuga la preparación, con la disposición y la entrega con la gerencia. Es casi seguro que al transcurrir esta gestión del ministerio de salud, tendremos resultados de un paciente sistemico que ha encontrado atención y los.elementos pertinentes para ir sanando poco a poco la salud que tanto necesita República Dominicana.